Bolivia

Desde la vibrante Santa Cruz, despegamos hacia la sinfonía de colores y cultura de Sucre, donde el paso del tiempo parece haberse detenido en sus calles empedradas. Nos adentramos en la esencia de Tarabuco, cuna de tradiciones vivas, antes de elevarnos hacia Potosí, donde las historias de plata nos susurran secretos de antaño. En Tupiza, preludio de nuestra odisea, el 4x4 se convierte en nuestra nave a través del surrealista mar de sal de Uyuni, un espejo del cielo donde el infinito se hace tangible. La Paz, en su majestuosa altura, nos abraza con sus contrastes, antes de descender a Coroico, donde la neblina danza sobre el verde intenso de los Yungas.

El viaje se transforma en peregrinación hacia Tiwanaku, testigo mudo de civilizaciones olvidadas, y culmina en la mística Isla del Sol, donde el Titicaca se une al firmamento. Este retiro del mundo nos prepara para el regreso, llevando en el alma el eco de Bolivia, un país donde cada rincón narra una epopeya, cada atardecer promete un nuevo amanecer.