Turquía

Todo viaje empieza con una intuición, y Turquía tiene la habilidad de convertir esa intuición en asombro.

En Capadocia, el caminante avanza como si entrara en un sueño antiguo. Los valles se abren en silencio, las rocas adoptan formas imposibles y las ciudades subterráneas revelan el ingenio de quienes las habitaron siglos atrás.

Cada paso parece llevar a otro tiempo. Cuando la ruta se interna en los Montes Taurus, la historia cambia de ritmo. El aire se vuelve más limpio, los picos se alzan como guardianes y los pueblos rurales regalan una hospitalidad que no necesita palabras. Las noches en casas familiares dejan esa sensación de hogar inesperado que solo ocurre lejos de casa.

Y entonces llega Estambul, vibrante y magnética, donde Oriente y Occidente escriben juntos el último capítulo. Este viaje no solo recorre paisajes, acompaña al viajero en la creación de un recuerdo profundo, de esos que se quedan incluso cuando la maleta ya está deshecha.