Viaje familiar, curiosidad y "exploración" profesional me han llevado a Nueva York.
Esta vez con la compañía de la excelente guía y sobrina "Julita" y las "aprendices" Anita y mi hija Violeta. Hemos disfrutado de diez días fantásticos en una ciudad que no deja indiferente a nadie y que, al menos a mi, me ha sorprendido en positivo y sobremanera. Como no podía ser de otra manera, también nos aventuramos en conocer los alrededores, descubriendo el Parque Estatal Wawayanda y el sendero "Appalachian Trail". Una comarca de extensos bosques, gigantes árboles y pueblecillos con el genuino "sabor americano" que uno espera encontrar. Y, quizás, el mejor descubrimiento, por lo inesperado para mí, es la EXTRAORDINARIA AMABILIDAD de los Neoyorkinos/as. Como primicia, adelantaros que una "Ruta Diferente por Nueva York" estamos ya elaborando en las "cocinas" de ALVENTUS&AÑOSLUZ para incluir en la programación de 2015. Para finalizar os dejo una cita que en mi "Cuaderno de Viaje" escribió Anita: "Es extraño lo que la ciudad de Nueva York puede atraer, más extraño aún si eres montañera. Pasear por sus calles es como andar entre diferentes montañas muy juntitas y con diferentes alturas, y ver a la gente que te rodea es como conocer a nuevas especies animales que a cada pasito pueden sorprenderte".
© Faustino Rodríguez Quintanilla, texto y fotos.
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