Nuevas postales de Venecia

Nuevas postales de Venecia

Para Truman Capote Venecia era como tragarse de golpe una caja de bombones de licor. 

Salvo escribir para quejarse no hay mucho nuevo que plasmar sobre Venecia. Por aquí han pasado todos: Goethe, Byron, Proust, Sthendal, Mann, Hemingway.... Chateaubriand escribió hace 150 años el certificado de defunción de la República de las aguas: “la nueva sociedad os deja sin deseos de futuro”.

A partir de las diez de la mañana los barcos depositan a miles de turistas sobre los puertecillos de la ciudad. Estos son redirigidos por las afamadas señales de orientación “Piazzale Roma”, “A San Marcos”, “A Rialto”, “A la Accademia”... Una marea humana forma hoy en día parte de esas nuevas postales de Venecia. Es la era de la moda “crucerista”, el “low cost”, los “selfies”, las botellitas de agua y las patatas fritas. La prensa recoge la innominia que supone dejar pasar a los grandes cruceros por el centro de la ciudad. Las grandes naves circulan por el Canal de la Giudecca, delante de las iglesias de El Redentor y de San Giorgio, del Hospital de los incurables, de la Punta de la Dogana, compitiendo groseramente con las torres y los campaniles. Toda una nueva postal irritable. A pocos metros, los “cruceristas”, acalorados y sulfurados por el tremendo sol veneciano apuran sus escasas horas en la ciudad, se hacen “selfies” sin parar. Da igual que estén ante una piedra milenaria o que en aquella terraza se sentara Byron. Lo importante es esa foto.

Por ahora, queda un poco de esperanza. La Venecia de ayer se puede encontrar a escasos metros de esas arterias saturadas. Tan sólo hay que darse una vuelta por los Campos y Piazzales no señalizadas, callejuelas y callejones húmedas que todavía guardan el alma de esa ciudad. Sentarse un rato, pensar y soñar. “Venecia se hunde, es lo mejor que le podría ocurrir”, escribió Paul Morand.

Venecia, Julio 2016.

Jerez, Julio 2017.

© Faustino Rodríguez Quintanilla, textos y fotos.

AñosLuz En El Mundo | Viajes diferentes | www.aluz.com