A propuesta de mi amigo Jose Manuel Amarillo y durante dos días he colaborado con la Sociedad Gaditana de Historia Natural en la repoblación con pinsapos en la ladera norte de la Sierra de los Pinos.
Hace muchos años que subí por vez primera a esta cumbre, fabuloso mirador entre las sierras de Grazalema y la depresión del Guadiaro. Muchas veces nos preguntamos porqué esta sierra se llamaba "de los pinos", si no había ningún pino. Mi amigo José Manuel, investigador y persona curiosa donde las haya comenzó a indagar hace unos años. Uno de los antiguos ingenieros forestales, Sr. Diodoro, con más de 90 años le habló de la existencia hasta las primeras décadas del siglo XX de un pinsapar existente en esa sierra. Algunos viejos serranos le confesaron que la madera fue vendida y los últimos pinsapos desaparecieron en los años 30 del pasado siglo. Como reliquia, queda un "tocón", que cuando lo he visto en estos días se me ha erizado el bello.
Ahora, la Sociedad Gaditana de Historia Natural y con ayudas la Comunidad Europea ha emprendido la gran tarea voluntaria de repoblar parte de la zona donde otrora estuviera ese último pinsapar.
Estos dos días han sido, además, un buen momento para disfrutar de nuestras sierras después de las lluvias..., incluso me dio tiempo de subir a la cima, donde la nubes de levante jugaban. Y, sobre todo, unos días de encuentro con amigos de infancia y juventud que hace muchos años no veía, hoy eminentes Biólogos e Ingenieros Forestales.
Creo humildemente que así, con muchos actos como este, se hace un país. Enhorabuena a esa Sociedad.
© Faustino Rodríguez Quintanilla, texto y fotos.
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