Ibrahim regenta una Maison d´hotes junto a la Kasbah del Glaoui, en Taliouine, en el profundo sur de Marruecos. El alojamiento aprovecha una antigua dependencia construida hace más de dos siglos, algunos menos que la vieja Kasba, que data del siglo XVI.
Aquí vivió su abuelo y su padre y antes la habitó el General Lautey, gobernador de Francia durante el Protectorado. Esta noche fuimos los únicos huéspedes pero la familia de Ibrahim nos cocinó excelentes delicias: crema fría de pepino con jugo de limón, tajine de cordero con verduras y limones confitados con suave salsa de harissa, para terminar con un pastel de chocolate. Una suave brisa se colaba por el jardín y venía a refrescar la noche africana, mientras no podía por menos que sentirme maravillado al estar rodeado de paredes testigos de una historia fascinante.
Felicité a Ibrahim y a su familia por las excelencias del agasajo. —Estamos intentando sacar adelante este proyecto —me dijo—, que la Kasbah se mantenga en pie, porque nos sentimos parte de la historia de Marruecos. A la mañana siguiente, aprovechando el frescor de las primeras horas, dimos una vuelta por la Kasbah y sus alrededores antes de que el sol volviera un día más a calentar el oasis. Ibrahim y su familia, toda una sorpresa en este perdido rincón de Marruecos, sin duda esa noche fueron los protagonistas de esos momentos mágicos e inesperados que surgen en un viaje, en algún momento, si el viajero está dispuesto a ello.
Texto y fotos: © Faustino Rodriguez Quintanilla
Taliouine, sur de Marruecos. Julio 2019
Jerez, Septiembre 2019.
(Viaje de prospección a Marruecos para la III ruta del RAID CITROEN 2CV. Que tuve la suerte de realizar en compañía de mi hija Violeta Rodríguez, su amigo Rocío el Guía de Alventus Fouad Amesmoud).
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