Hacía poco tiempo que China había flexibilizado las normas para viajar por muchas de sus regiones y repúblicas.
Habíamos partido de Cuzco, la colonial ciudad andina cercana a Machu Picchu. Llevábamos varios días en una furgoneta dando botes por las más tortuosas pistas de la cordillera de Vilcabamba. Nuestro objetivo, atravesar los Andes y bajar hacia las extensas selvas del Amazonas.
 
               
             
        